Manuel Puerto Ducet
Lucro cesante
La calificación de Lehman Brothers era, según Moody’s, superior a la que ostentaba el mejor posicionado de los bancos españoles. A la inmensa mayoría de los clientes del nuevo BANIF, les fueron colocados los estructurados de Lehman Brothers como una operación totalmente garantizada y con riesgo cero; paradójicamente, estaba contemplado como el porcentaje de inversión segura que se incluye en toda cartera para su correcta diversificación, compensando el riesgo de otras inversiones más agresivas. La cadena de irresponsabilidades no se interrumpió en ningún momento desde el diseño del producto hasta el último intermediario. El mismo Lehman Brothers emitió un informe en abril de 2008, reconociendo que había colocado activos contaminados y alertando del riesgo a sus suscriptores. BANIF no solo no informó de ello a sus clientes como es preceptivo, sino que ni tan siquiera se molestó en ordenar que se liquidaran posiciones, a diferencia de lo que hicieron otras entidades tenedoras de Suiza y Bélgica. Me solidaricé, y al tiempo me indigné, con el doloroso testimonio de algunos de mis antiguos clientes, que, desoyendo mis consejos, siguieron vinculados a BANIF. Ignoraba el momento en el que se produciría el descalabro, pero, como testigo de una deriva, sabía que aquel castillo de naipes no podría mantenerse por tiempo indefinido.