MLFA - 76,5 años de edad, afectado de "nocturia" como Biden, Trump y Edmundo. Mente lúcida (por ahora) y práctica sexual con ayuda de "CIALIS-10".
Un cargo tan irrelevante para la sociedad moderna como es el de obispo tiene tasada su actividad a los 75 años; un toro de lidia tiene que superar unos controles sanitarios, y de bravura y movilidad, si no quiere pasar a ser desecho de tienta, o lo que viene a ser lo mismo: ¡Inane para su función como toro de lidia!
Resulta evidente que, además de un servidor, los Biden, Trump y Edmundo son 'Desechos de Tienta'
(Hace poco tiempo me ofrecieron buen dinero por cruzar el Estrecho con un superyate: ¡Me negué!)
Empezaré diciendo que a Edmundo González -con todos mis respetos- el traje y la corbata le sientan como a un Cristo dos pistolas; el pobre presenta mirada extraviada, gesto de languidez, dificultades de movilidad, y rictus de extrañeza al ser preguntado por cualquier tema político o social; yo -con todos mis respetos- no permitiría que llevase a mis nietos al colegio. Precisamente, por estar "yu-yu", es por lo que fue designado como candidato por la tal Corina, hembra de muy buen ver a los 57 tacos (una listilla de cojones). Con esta 'tropa', que diría M. Rajoy "El sobrecogedor", tenemos Maduro ad calendas graecas.
El "buenazo" de Joe Biden (un cabrón con plumas) vive de la política USA desde los 28 años, y el tío sinvergüenza, que no tiene otro calificativo, quería seguir chupando de la piragua, sabedor como era de su discapacidad senil, 'demencia senil' para ser más exactos -con todos mis respetos- otro tipejo de la política USA que está convencido de que los gringos son imbéciles de diccionario. Y reitero lo de sinvergüenza; Biden ocultó a su vicepresidenta Kamala Harris como si fuera una apestada, no quiso promocionarla; el viejo cabrón ocultó a todo el mundo que se volvería a presentar en 2024. También ocultó que no le gustan los negros ni los asiáticos, Biden es un "bostoniano" del siglo XIX. Y estén atentos al "coletazo del cocodrilo": ¡Indultará a su hijo delincuente en Navidad!
De Donald Trump no tengo nada que decir; soy muy respetuoso con mi dignidad, la de él me importa una mierda; no me lo imagino comiéndose un gato, pero sí un par de docenas de coñitos treintañeros al trimestre. Recuerden al baboso de Bill Clinton y sus coñitos veinteañeros.
Estos viejos y yo compartimos una afición: ¡La nocturia! nos levantamos a mear 3 ó 4 veces o más cada noche
("Siglo XX cambalache, problemático y febril" cantaba Discépolo... ¡Pues anda que el XXI es una puta mierda!)