MLFA
Criminólogo
Antiguo Mercenario
Si preguntamos a cualquier hombre serio que viva de cometer delitos (yo lo he preguntado cuando impartía cultura general en cárceles catalanas) nos dirá que no es más que eso – la jactancia, el orgullo – lo que al final termina con ellos. Quizás sea imposible quebrantar las leyes sin ‘jactarse’ de ello ante alguien. Quizás resulte difícil vivir al margen de la ley sin estar de algún modo orgulloso de ello. Un somero repaso a la lista de los últimos mafiosos: Granados, Correa, Bárcenas, Salas, Barrionuevo, Vera, Chaves, Griñán, Bigotes, Sito Miñanco, Oubiña, González, Cifuentes, De Miguel, y sus entornos correspondientes, incluidos los ‘nueros’ del rey Juan Carlos y sus amantes, y del tal Aznar; y un recuerdo especial para los mandos de la Benemérita y Policía Nacional y políticos de relumbrón ‘mezclados’ con contrabandistas a gran escala (véase Núñez Feijóo) y el narcotráfico; de los que hablamos hace unos días, aquí en el blog, y que, por cierto, desbordó la audiencia, ya que – se constata – que la gente ‘cultivada’ está más preocupada por la corrupción, y, por ende, por la inseguridad de ellos mismos y de sus propias familias. Lo del futuro del país les preocupa menos al considerarlo ‘fallido’. La Mafia llegó a España de la mano del PSOE y del PP, de consuno con contrabandistas y narcos y se quedará entre nosotros, no les quepa la menor duda. Como suelo recordar a menudo: faltan los muertos, pero ya llegarán. En la cárcel están aprendiendo sistemas seguros de contratación de sicarios. Llegan de Latinoamérica en avión, matan, y vuelven a casa en el día. Los Gil y Gil y el tipo de la abeja y el de los telares de Pamplona eran señuelos; simplemente eso, unos putos comparsas patéticos, bien remunerados por su papel en la gran farsa del PPSOE.
Se está echando ‘cal viva’ (son expertos) sobre los ERE: 860 millones de euros