MLFA
Arguedas-Tudela-Las Bardenas
Arguedas-Tudela-Las Bardenas
El párroco se negó a bautizarme por ser mi padre, el médico, republicano condenado a muerte
Se cuentan por miles las barbaridades de todo signo dirigidas desde los púlpitos de las iglesias navarras; muy parecidas a las lanzadas por los baptistas extremistas USA y a las soflamas de imanes islamistas. Es obvio que nos estamos refiriendo a la época previa a nuestra guerra civil y los posteriores años victoriosos del ‘nazionalcatolicismo’. De mi tierna niñez recuerdo diatribas (en la homilía) acerca de la imperiosa necesidad de que los ricos del pueblo compraran bragas y sostenes (sin cazoleta, por supuesto) a las pobres desgraciadas que permanecían de rodillas en los últimos bancos de la nave central, o bien en escondites ‘entrecapillas’, escuchando compungidas proclamas a la pobreza (que de ellas sería el reino de los Cielos). Varones en misa había pocos, siempre estaban de caza: perdices y codornices, mayormente, y putas tempraneras (la caza era la gran excusa); ellos decían ‘conejos’, no mentían, aquello iba, también, de conejos. Las ‘sin bragas’ habían sido violadas, rapadas, purgadas con ricino y golpeadas; en los años ‘40’ las mujeres pobres y ‘rojas’, o familiares de ‘rojos’ no necesitaban bragas, se las rompían aquellos animales de FET y JONS. Muy fuerte, ¿no les parece, queridos lectores?
En el ‘Ite Missa est’ el párroco cabrón recordaba la obligación de ‘denunciar a los rojos’