Luz de Gas
Escupidera clásica, (Foto de 'revistadearte.com') |
Rumores, rumores, rumores, que decía aquella vieja canción de los años ‘60’, ya comienzan a sonar como realidades en boca de expertos politólogos; coinciden en el diagnóstico de la enfermedad, aunque difieren en el tratamiento. Yo suelo acudir, en estos casos, al efecto comparación estadística. Pensemos en aquello que son capaces de hacer una docena de botarates en un pueblo de 18.000 habitantes, después lo extrapolamos a escala país.