El PP de Manzanares (CR) junto a los ‘antisistema’ del ¡No al radar!

URAK 

Todos recordamos el caos del tráfico durante el breve reinado del PP en Manzanares: coches embistiendo escaparates en la calle Ancha; carreras de ‘amotillos’; ancianos atropellados por bicicletas en la calle Empedrada; tractores con remolque cuya carga superaba las 20 toneladas por la avenida del Parque, compitiendo con los camiones modelo ‘Borrasca’ cargados con 40 toneladas de melones, unos y otros a toda pastilla; conducción temeraria en el casco urbano; rechazo al uso de elementos de seguridad, como sillas de niño y cinturones de seguridad; vehículos ajenos a la ITV y al seguro obligatorio de vehículos. Gran parte de los atropellos de viandantes-votantes se debieron a que iban mirando al suelo para evitar pisar mierdas de perro y no veían llegar el vehículo (a gran velocidad); ya luego, en 2015, a los del PP les arrebataron 3 concejales (de los 9 que tenían) dejándolos en la indigencia política más angustiosa, hacía 15 años que no tenían tan pocos concejales. 

También recordamos la condonación de multas por parte del alcalde 

Al Capone en Madrid las paradojas del delito fiscal en España (2/2)

Ricardo Rodríguez

Hasta aquí la exposición del crimen y el castigo. Ahora veremos de qué modo puede escamotearse el castigo

Desde 1995, nuestro Código Penal ha sido objeto de diversas modificaciones de las que, para lo que nos interesa, son destacables la introducida por Ley Orgánica 5/2010, de la Ley Orgánica 7/2012 y la de la 1/2015, es decir, del año que acaba de terminar. Nos ocuparemos de las dos últimas. En materia de delitos contra la Hacienda Pública, la reforma de 2012 introdujo varios cambios de entidad y no todos censurables. Se incorporó, por ejemplo, el tipo agravado del artículo 305 bis que hemos explicado y también el principio general de no paralización de los procedimientos administrativos de liquidación y cobro de la deuda tributaria, vieja reivindicación de los profesionales de la Agencia Tributaria.