Jaime Marichalar. (Fotografía de 'El Mundo') |
Capítulo 6
Up&Down
Las amistades peligrosas
Su majestad Juan Carlos I y el teniente general Milans del Bosch fueron dos de los clientes gestionados por BANIF de cuyo comité asesor tuve el privilegio de formar parte. No se sorprendan; por BANIF pasó la creme de la creme del establishment patrio y de no mediar algún episodio tenebroso, en este club se llevan todos a partir un piñón. A Jaime de Marichalar se le hizo un contrato de trabajo temporal —previo a su boda con la infanta Elena—, para enriquecer su currículo, en un vano intento por revestirlo de un barniz financiero.