MLFA
A muchos de nosotros nos recuerda a la prolongación de la agonía del General Franco (que a un servidor le importó un carajo... ¿será que este tipo no había provocado masivas "agonías" de españoles?); dicho esto -expresión que repiten a diario los tertulianos cazurros- se ha de reconocer que lo mantuvieron vivo (¡qué duro es morir!, dijo el viejo general durante aquellas semanas de Octubre y de Noviembre de 1975), mientras los franquistas organizaban el ¡Atado y bien atado! tras la muerte del dictador del bigotillo. Aquel cruel asesino de masas tomaba un poco de su propia medicina, y recibía transfusiones de sangre española a chorro.
Estos días ocurre lo mismo con el Papa argentino, que no nos deja un importante legado