Klippe
Recordarán nuestros lectores al famoso ‘jubilado de oro’ valenciano del que les hemos hablado un par de veces durante el confinamiento; el nonagenario que, desde 1986, había percibido en concepto de pensión 180 millones de las antiguas pesetas (constantes). Su pensión de jubilación alcanza el tope máximo (unos 2.400 € de hoy en día); pues bien, justo al inicio del confinamiento fue ingresado en una clínica privada – los funcionarios disponen de sanidad pública y privada – por un problema pulmonar que no estaba relacionado con el coronavirus rampante. Nos dicen que estuvo ingresado diez días (en la pública con esa edad y tantos días ocupando cama te dan pasaporte a la eternidad, pasas de la ‘cama’ al ‘coma’ inducido y dejas de cobrar la super-pensión). Posteriormente; al inicio de la llamada ‘desescalada’ (es más apropiado ‘desconfinamiento’, sólo los ladrones de pisos hacen ‘desescalada’ cuando huyen), nuestro hombre ha vuelto a ingresar una semana con varias fracturas, sin afectación vírica, salvo que se haya infectado en la propia clínica; nos han hablado de un costo (para la Seguridad Social, no para el viejo) de 50.000 €.
Antes se decía ‘pólvora del rey’; actualmente: ‘Estado del Bienestar’ o ‘Gratis Total’ (Solchaga)