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La nueva FGE no escuchará los cánticos de sirena del Poder Judicial |
La nueva Fiscal General resulta ser ‘sobradamente’ jurista y ha aceptado el cargo por responsabilidad, aun sabiendo que el mismo puede ser efímero. En ningún caso aceptará poner su prestigio jurídico en almoneda, desde luego que no, y mucho menos por el interés personal de un presidente de Gobierno aletrado, sin capacidad política, profesional y académica; de hecho, Pedro Sánchez y su Fiscal General no podrían mantener una conversación trascendente de cierta duración, y ambos lo saben. De ello se deduce que la Fiscal revocará los pronunciamientos e interlocutorias del juez Llarena y sus avalistas en la Sala Penal del Supremo, y lo hará a través de un profundo cambio en la calificación de los hechos que acontecieron el ‘1-O’, que a ella compete. Europa le ha indicado el camino a seguir, un camino bien conocido por esta mujer desde el inicio del ‘procés’. Forma parte del grupo de grandes juristas y catedráticos de Penal que cuestionaron la instrucción desde su inicio, si bien no se significó.
Fiscalía ‘califica’ y el techo de calificación no puede superarlo el Tribunal