Cristian Vázquez
Templo de Parsvanath en Khajuraho (India). No había cobertura de móvil y el fornicio era abundante. |
Al parecer, la múltiple oferta de entretenimientos tecnológicos conspira en contra del apetito sexual, aunque no es la única causa: también el estrés, el exceso de trabajo, los problemas económicos y otras preocupaciones. Algunos países comienzan a analizar la cuestión como un verdadero asunto de Estado.
Llega la noche y la oferta es múltiple: películas y series en las nuevas plataformas, aplicaciones en el móvil y la tableta, el ordenador, las consolas de videojuegos, etc. Al parecer, esa múltiple oferta de entretenimiento tecnológico conspira en contra de las relaciones sexuales y, de hecho, en las sociedades más desarrolladas se practica cada vez menos sexo. Varios estudios han llegado a esta conclusión.