MLFA
Belleza, verborrea, descaro y manipulación encubierta no son sinónimo de profesionalidad; sino todo lo contrario. |
Estridente e impertinente, el bellezón de Ana Pastor, nos ha tomado por idiotas, como en la mayoría de veces que actúa con su ‘objetivo’, claro que lo de hoy con Pablo Iglesias no tiene nombre, se trata de una manipulación como la copa de un pino. Pone a los televidentes de los nervios, ‘machacando’ sin piedad al entrevistado (exactamente igual que un loco que se apellida Mefisto, o algo parecido), y es obvio que el resultado no es otro que el triunfo del entrevistado; hoy, en el caso de Iglesias, le ha salido el tiro por la culata.