Mostrando entradas con la etiqueta Disolución PP. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Disolución PP. Mostrar todas las entradas

jueves, 4 de abril de 2019

“Una sentencia imprescindible”: ¡Disolución del PP! - J. Pérez Royo

Personaje siniestro el ministro del Interior del PP; Jorge Fernández Díaz.

"Las asociaciones que persigan fines tipificados como delito son ilegales" (CE)

La protección del partido del Gobierno frente a una investigación judicial de dicho partido y el intento de frustrar una posible formación de gobierno haciendo uso de la policía, en el caso de ser confirmadas, deberían conducir a la disolución del PP. "Las asociaciones que persigan fines o utilicen medios tipificados como delito son ilegales", dice el artículo 22.2 de la Constitución. Dicho precepto se reproduce en el artículo 2.7 de la LO 1/2002, reguladora del derecho de asociación y a él se remite el artículo 10.2.a de la LO 6/2002, de partidos políticos. En la Constitución es la única causa que se contempla de suspensión o disolución de un partido político. Y, como no podía ser de otra manera, es la primera que se contempla también en la ley de partidos. Después, se contemplan otras de naturaleza no penal. Pero la primera y la única que tiene un fundamento constitucional inequívoco es la de naturaleza penal. Una democracia no puede convivir con partidos políticos que se constituyan para perseguir fines o utilizar medios tipificados como delitos, aunque, obviamente, encubran dichas finalidades en los estatutos que depositan en el Registro de Partidos del Ministerio de Interior. 

sábado, 2 de abril de 2016

La Legionella: la puntilla para un pueblo ya herido de muerte

MLFA
Manifestación contra la privatización de Altagracia, (Foto 'Lanza Digital')

En Junio de 2015, perdidas de forma estrepitosa las elecciones municipales, hubo gente seria en el seno del partido popular que pensó en aquello de: “No hay mal que por bien no venga”, o lo que es lo mismo, que lo malo trae también lo bueno consigo. Y lo hicieron al constatar, por ellos mismos, que era cierto lo que se decía de Antonio López de la Manzanara: Que no era un político en el sentido de servidor público; si ya estaban ‘mosqueados’ con las operaciones inmobiliarias de Casa Josito y Fábrica de Harinas, el verle salir corriendo ‘campo a través’ después de la derrota, y su negativa a entregar el bastón de mando al nuevo alcalde, hizo crujir las cuadernas de la nave del centro derecha manzanareño. Y es que bajarse de un ‘mercedes’ (hoy) no significa nada; de hecho los propietarios más recientes de los automóviles de esa marca, han fracasado o desaparecido del mapa de la ‘estrella’ de Benz, en Manzanares, estrellados, claro.

Resumiendo, políticamente, este agente inmobiliario, era un bluff (que diría Rajoy)