Luz de Gas
Ayuntamiento y plaza Mayor de Ciudad Real |
A lo largo de los próximos días el equipo de asesores del editor de “Azuer” analizará la propuesta de demanda contra su abogado principal; por incumplimiento de contrato. Conviene recordar que la relación abogado-cliente es contractual, con ‘hojas de encargo’ y ‘presupuestos’ ad hoc, como en cualquier contrato mercantil de servicios. La ruptura del mismo, su rescisión, debe ser motivada con fundamento suficiente. No vale ampararse en razones de equipo, mucho menos de relación paterno-filial con la letrado de causa penal diferente; tampoco: “porque estoy enfadado” (sic). Las consecuencias de esta rescisión de contrato injustificada son gravísimas. Imaginemos un cirujano que renuncia a operar al enfermo que ya está en el quirófano por enfrentarse a una de las enfermeras o al anestesista. No es una cuestión menor; los profesionales (liberales) que protegen nuestras vidas, nuestro derecho a ser defendidos contra peticiones de prisión o demandas económicas millonarias, son quienes deben, en mayor medida, respetar el contrato que suscriben con el cliente o paciente. Sea éste tácito o expreso.