CYL-ETA (EFE)
Prisión de máxima seguridad de Herrera de la Mancha, en Manzanares (Ciudad Real) |
Hace treinta años se puso en marcha la política de dispersión de presos etarras con el objetivo de separar a los terroristas encarcelados de la férrea disciplina de la banda terrorista y facilitar su reinserción individual. A lo largo de estas tres décadas la reversión de esta medida excepcional ha sido una cuestión casi siempre polémica y directamente relacionada con periodos de alto el fuego de la banda terrorista, ya que los distintos gobiernos de PP y PSOE han llevado a cabo acercamientos de presos al País Vasco en momentos en los que parecía acercarse el fin de la violencia.
EL MAPA DE LA DISPERSIÓN