Manuel Puerto Ducet
Ramón Trías Fargas de Gesfondo-Banco Urquijo. |
Decisiones que marcan una trayectoria Durante mi etapa profesional en el grupo de Banca Catalana, nuestros máximos competidores —y, sin embargo, amigos — fueron la gente de Gesfondo-Banco Urquijo, con Ramón Trias Fargas al frente. Ramón trató de convencerme en varias ocasiones para que me afiliara a su partido de cuadros Esquerra Democrática de Catalunya. Yo no estaba demasiado ni por la política ni por el interés de enrolarme en ella, aunque la cercanía a Pujol hacía que simpatizara con su movimiento político. Cuando ya en tono de broma, Trias Fargas seguía insistiendo, yo contraatacaba recomendándole que se pasara a Convergencia, ya que le depararía mejor futuro. Parece que al fin se rindió a mi capacidad de persuasión, pues acabó siendo investido, nada menos, que presidente de CIU. Al coincidir en alguna ocasión, recordábamos la anécdota y se reía con su característica y estentórea voz. No olvidaré a aquel hombre de tintes calidoscópicos y juicios contundentes. No me sorprendió la anécdota en la que un diputado comunista se dirigió a él llamándole compañero; la respuesta de Ramón fue automática: «¡Ah!, ¿pero usted también estudió en Oxford?».