"España es una plataforma de todos los tipos de mafia" (R. Saviano)

Vanesa Rodríguez

Roberto Saviano. (Fotografía de Alejandro Navarro Bustamente)

Roberto Saviano presenta "La banda de los niños", un libro sobre cómo las redes de la Camorra engullen a los más pequeños. "En Italia no se odia el mal, sino a quien cuenta el mal". "La mayor parte de España ignora la mafia y esa ignorancia se está transformando en connivencia". 

"De las ciudades veo las comisarías y los hoteles" 

La frase de Roberto Saviano (Nápoles, 1979) resume una vida rota por el éxito. La mafia le condenó a muerte por su libro Gomorra y desde entonces sufre un encarcelamiento, sin muros, pero totalmente privado de libertad.

Para Saviano, el precio de recuperar las riendas de su vida sería "dejar de escribir". Y de momento no está dispuesto a pagarlo. Se encuentra en España para presentar La banda de los niños (Anagrama), una novela centrada de nuevo en la Camorra napolitana, aunque esta vez los capos son muy distintos.

Chavales con metralletas recorriendo en sus scooters el centro de Nápoles y disparando a todo lo que se mueve: esto no es ficción. Es la realidad que Saviano moldea para construir un relato demoledor sobre la juventud.

Crece de forma muy preocupante la "inseguridad" en España (2/2)

MLFA

Experto Docente en Seguridad (ISM)
Criminólogo

El Cancerbero del Hades a la espera de corruptos del PP y del PSOE (España)

La portavoz de la Guardia Urbana (si fuera hombre diríamos que con dos cojones y un palo, y tal que si fuéramos imbéciles de diccionario) declaró pizpireta: “Para acceder al ‘cuerpo’ (no se refiere al del policía asesinado) hay que superar unos controles psicológicos muy, pero que muy, exigentes”. (Pues menos mal, señora portavoza, nos deja usted más tranquilos). Ahora les contaremos la verdad: Tres policías involucrados, presuntamente, en una ordalía de pasión, sexo y violencia, se quedan en dos, hombre y mujer, después de pegarle, presuntamente, un tiro en la cabeza al ‘tercero’ e incinerado sus restos en el propio automóvil. Previamente éstos habían colaborado, presuntamente, en la precipitación al abismo (de un acantilado) de un pobre ‘mantero’; y maltratado, más bien apalizado, presuntamente, a un motorista. Menos mal que – según la portavoz, graciosa ella – habían superado las pruebas psicológicas con diploma de excelencia. No lo supera la mejor película de serie de los USA. Es lo que tienen los psicópatas, tan cariñosos y amables en las entrevistas, sobre todo si las pruebas las dirige una mujer ‘buenista’ dispuesta a hacer méritos en una organización ‘machista’ donde las haya. (La policía local, urbana o municipal).

 No ‘pasaron’ las de ‘buena presencia’, la pinta de los tres (era) y es deleznable