Carlos Elordi
Las noticias escandalosas, algunas importantes, se suceden sin solución de continuidad. No hay descanso para las primeras páginas. Cada día hay algo nuevo. Y lo último hace que se olvide lo anterior. Habrá quien se lo esté pasando muy bien porque, efectivamente, la cosa está entretenida. Pero si fuera capaz de ir más allá descubriría que la realidad es siniestra. Que lo que está ocurriendo no le importa mucho a quienes mandan y tampoco está generando reacciones que de verdad puedan cambiar las cosas. Esas noticias están sacando a la luz el espanto que se oculta detrás de la fachada de nuestras instituciones, de nuestro sistema. Pero, a la hora de la verdad todo sigue igual. ¿Hasta cuándo?
El actual deterioro de nuestra vida pública provocará un cambio o un desastre