Pablo Iglesias cuando besa es que besa de verdad: recuerden a Domenech y Errejón, entre otros. |
Unos y otros han quemado las naves en una larga e implacable guerra interna que estaba condenada a terminar así. Sin arreglo posible. Cada una de las partes se atribuye ahora la parte buena de la historia. Pablo Iglesias y los suyos consideran que han ganado porque siguen teniendo el partido en sus manos. Errejón porque no ha bajado la cabeza. Todo indica que es imposible revertir la ruptura que ha provocado Iñigo Errejón. Los mismos motivos que la explican van a impedir cualquier marcha atrás. Unos y otros han quemado las naves en una larga e implacable guerra interna que estaba condenada a terminar así. Sin arreglo posible. Con vencedores y vencidos. Lo malo es que cada una de las partes se atribuye ahora la parte buena de la historia. Pablo Iglesias y los suyos consideran que han ganado porque siguen teniendo el partido en sus manos. Errejón también. Porque no ha bajado la cabeza y ahora puede soñar con ocupar en el futuro el espacio de Podemos. Pero separados caminan hacia la nada. O hacia la casi nada.