Carlos Elordi
¿Le pedirá alguien cuentas a Sánchez por sus cambios de rumbo, sus sinsentidos y sus deslices?
Si el PSOE pierde un solo escaño respecto de los 123 que obtuvo el 28 de abril, Pedro Sánchez habrá cosechado el mayor fracaso de la política española de las últimas décadas. Y por lo que dicen algunas encuestas –y una excelente puesta a punto de las expectativas regionales del PSOE que ha publicado este jueves eldiario.es– eso puede perfectamente ocurrir. Y no digamos si por un vuelco de última hora, muy difícil pero no imposible, el PP se pone por delante el 10 de noviembre. El mero hecho de que esas hipótesis puedan plantearse ya es un buen golpe para el líder socialista. Porque indica que del Sánchez que con no poca soberbia rechazaba hacer concesiones a Unidas Podemos porque parecía convencido de que unas nuevas elecciones le reforzarían hasta dominar el panorama, se ha pasado a la imagen de personaje inseguro que no sabe qué tecla tocar para afianzarse y que recurre a la dureza contra el independentismo catalán para evitar que la derecha le siga comiendo el terreno.