Manuel Puerto Ducet
"Les Demoiselles d´Avignon", de Pablo Picasso |
Compañeros de pupitre
En los gloriosos sesenta, tuve ocasión de deleitarme con una experiencia religiosa, cuando combinaba mi trabajo en la banca con los estudios nocturnos de Peritaje y Profesorado Mercantil en los Escolapios de Barcelona. El rollizo intendente mercantil doctor Arús, alma máter del centro, el todavía más orondo padre Quadras y una pléyade de pintorescos profesores amenizaban aquellas jornadas que se iniciaban con el crepúsculo. Recuerdo especialmente y con tierna nostalgia a uno de mis esforzados mentores que, según decían, padecía pediculosis testicular. Mientras nos impartía la asignatura, no paraba de rascarse compulsivamente los genitales.