Pablo Llarena, de 'juez estrella' a 'juez estrellado' en la UE. (AD) - (Foto de José Luis Cereijido, EFE) |
El 155 en manos del juez Pablo Llarena no es la solución de nada, sino la certificación de la quiebra de la Constitución
En los estados de excepción se sabe cómo se entra, pero no cómo se sale. Eso es así en general, pero más todavía cuando la adopción de la medida de protección excepcional del Estado tiene su origen en un problema que afecta a la Constitución Territorial. Si la ruptura de la "normalidad" se produce como consecuencia de un problema de naturaleza territorial, es muy difícil reparar lo que se ha roto. En las crisis de esta naturaleza, "la normalidad" se ha ido deteriorando lenta y progresivamente y, cuando se produce la ruptura, lo hace en la forma de un terremoto de magnitud considerable, tras el cual ya no hay "normalidad" a la que volver. El edificio constitucional no puede ser reparado.