De ser ciertas las informaciones, recientemente aparecidas, acerca de la supuesta ‘propuesta’ del mayor Trapero, a las fuerzas represoras del Estado, para que se procediera a la detención del presidente Carles Puigdemont, antes de que éste proclamara la Independencia de Catalunya y el nuevo Estado adoptara la forma de República; se abonaría mi tesis (de entonces y ahora) sobre la inexistencia de órdenes de la cúpula de Interior de la Generalitat, a los efectos de adopción de una respuesta policial pasiva al intento de constitución de las mesas electorales y, consiguientemente, a la realización de las pertinentes votaciones previstas y programadas para el día 1 de octubre de 2017, por las ‘leyes de desconexión’ promulgadas los días 6 y 7 de septiembre por el Parlamento catalán. Hay que seguir muy de cerca esas informaciones a las que, por ahora, no damos pábulo; no puedo imaginar a Trapero, héroe para millones de catalanes, convertido en villano.
Fueron los propios mossos quienes decidieron cómo actuar ante una DCNV