MLFA
"Edificio Bronce" en la calle Orense de Madrid.
Begoña Gómez reconoce que fue un error recibir clientes en La Moncloa, por cuestión de "imagen", argumenta que lo hizo por "seguridad"; añade que fue mucho más grave "montarle" un despacho a Ana Botella (la del "inglés" a botellazos) en el Ayuntamiento de Madrid, y nada menos que el de "alcaldesa". Su marido era presidente del Gobierno y necesitaba toda La Moncloa para crear los cimientos de lo que sería la "Gürtel" y su propia fundación FAES.