Fotografía cortesía de Robert Benet |
¡Felicidades Carlos! añado que los catalanes desdeñan la opinión de los españoles (MLFA)
La mayoría de españoles, probablemente abrumadora, manifiesta un rechazo sin paliativos a todo lo que tenga que ver con el nacionalismo catalán y, de paso, con todo lo que se entiende por catalán. Los independentistas, y los que no los critican, son los malos contra los que es obligatorio colocarse. La prueba más contundente de lo mal que está la política española es que en esta campaña ni en la anterior ninguno de los partidos ha hecho propuesta alguna sobre qué hacer para rebajar o reconducir la crisis catalana. A lo sumo alguno de ellos ha avanzado la idea del diálogo, algo que hoy por hoy no quiere decir nada. Y últimamente ni eso. ¡Ah! Y también mucha amenaza de aplicar la máxima dureza si el independentismo se desmanda. Y todo eso no expresa sino irresponsabilidad, incapacidad o el convencimiento de que no hay nada que hacer. Es decir, nada bueno.