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Antiguo puente sobre el río Pícaro, colapsado desde hace seis meses. Observen la vegetación que envuelve las viviendas.
Son varios los factores que concurren en lo que se conoce vulgarmente como "derrumbe" del puente de la fotografía: De una parte existe la presunción de que la constructora Metrovacesa -entonando en aquel año el canto del cisne- no construyó la infraestructura con arreglo a un anclaje sumergido de seguridad; de otra, y de ello son testigos cientos de vecinos, no se ha venido llevando a cabo el mantenimiento adecuado y exigible por ley, no hay que ignorar que el ayuntamiento fue "intervenido" por el entonces ministro, ese tal Montoro del que se presume "corrupción y otros delitos gravísimos"; y por último -a esto es a lo que se agarra el alcalde, hombre mediático en la actualidad- a las lluvias intensas de la pasada primavera.
El alcalde de Algeciras, y su hermano, el presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, ambos médicos de profesión - pero que no ejercen desde hace muchos años, controlan - en el sentido más positivo del verbo- los dos núcleos de poder, político y económico, de la ciudad: La municipalidad y el puerto de contenedores y ferrys más importante de Europa por toneladas de carga y número de pasajeros y de carga rodada entre Europa y África.
El ayuntamiento tiene problemas financieros y el puerto sufre la competencia de Tánger Med.
(No parece que el puente del río Pícaro se encuentre hoy entre sus prioridades urbanísticas)
Ello hace que los vecinos de la urbanización del río Pícaro se muestren escépticos respecto de la renovación del puente que colapsó el pasado mes de Abril; el presupuesto se acerca a los 300.000 € y el alcalde tiene enfrente a los ecologistas; estos temen que la maquinaria pesada pueda "dañar" a las ratas que navegan por el río Pícaro y apelan a la Ley de Bienestar Animal de SUMAR (ver para creer, porco goberno).
La última propuesta - el plazo de licitación finaliza el próximo lunes día 1, cumpleaños de mi hija la menor- consiste en un nuevo puente, sin elementos metálicos, y micropuntales sumergidos, con un coste cercano a los 300.000 €, y un plazo de duración de la obra de tres meses. Parece lógico que los vecinos del Pícaro se muestren escépticos; servidor está convencido de que ese presupuesto se disparará (vivimos en España, no en Alemania) y el plazo se prolongará ad calendas graecas.
Los vecinos seguirán aislados otros seis meses, según los cálculos más optimistas; y el puente no será tal, más bien una gran "pasarela" elevada.
(Desde "Azuer Diario" reivindicamos una parada de autobús, resulta obvio que no todas las familias disponen de vehículo propio)