El rey emérito certifica que España no ha alcanzado la modernidad; y que no le interesaba a su familia. Espadas y sangre en el albero que nos retrotraen al cutre franquismo; el rey paga su deuda de sangre. ¡Váyase 'Juanito'! no le debemos nada, más allá de haber mantenido la farsa-fiesta |