Durán y Lérida; el pobre hombre de Huesca que vivía como un hombre rico a cuenta de los catalanes. Llamar 'pobre hombre' a Quím Torra, el digno representante de la cultura catalana, es una ventosidad. Muy propia - esta ventosidad - de quien desayuna de forma pantagruélica, del 'mort de gana' político. Y este pájaro (el de los fondos de los cursos de la UE) vivió muchos años en la mejor 'suite' del Palace. El hombre del doble 'braguetazo', afectivo y político, es un pobre hombre calvo ¡claro! |