Se trata de un juicio político y como corresponde a esa definición la sentencia está ya redactada y fechada.
La intervención y gestos del fiscal 'progresista' J. Zaragoza nos confirma la calificación de proceso político. Los acusadores son, en este proceso-farsa, los propios encausados; no se defienden, acusan al T. Supremo. No somos altavoz de los actores de esta ópera judicial bufa, disponen ustedes de las TV
(En el grabado; Ulpiano y el proceso romano) |