Autoritario hasta la médula, valía todo para llegar a tocar el cielo del mundo judicial; protagonista fallido. La caricatura de sí mismo, rechazado por sus compañeros, lo intentó todo; ahora 'se acerca' a los de VOX.
Su anticatalanismo llega al extremo (Banca Catalana) de despertarnos hoy con ¿delito de rebelión? ¡claro!
La parca asoma ya su guadaña y el personaje se niega a salir del encuadre el foco ya le ha quemado cejas. Villarejo (84) y Borrell (73) son vidas paralelas que no trascenderán a ellos mismos |