Ayuntamiento de Alcázar de San Juan |
Tenía que resultar rentable - pensaba Manolo – que era el encargado de llenar el maletero del inspector de turno con todo tipo de obsequios, incluidos jamones de buena marca y bebidas alcohólicas de importación, además de invitarle a todo tipo de consumiciones, normalmente se trataba de platos de jamón y queso excelentes, regados con los mejores vinos. El sistema utilizado para mantener la fidelidad de las grandes flotas de camiones consistía en el relleno de facturas falsas por medio de las máquinas de facturar de la bandera de la estación, es decir, de la petrolera correspondiente, la que les abastecía; esas facturas ascendían a muchos miles de pesetas y se utilizaban para cuadrar balances fiscales con Hacienda, no se entregaban a los conductores sino a empleados de la empresa que visitaban la estación de forma periódica, con pedidos de facturación y matrículas de sus vehículos con expresión de las fechas de los falsos repostajes.