MLFA
Ayuntamiento de Ciudad Real |
Era ya oscuro cuando abandonaron la era, Rita no escondía su inquietud por lo tarde que era y se aferraba al brazo de Demetrio, limpio y sosegado como nunca lo había sido, pensando en el futuro, como hacía siempre, pero acompañado de Rita, a quien, no obstante, nunca hablaba de su voluntad de dejar Quintanilla. Justino tardó tres semanas en aparecer por su casa, aquel doble cuarto con el retrete adosado en el pequeño patio exterior, llegó nervioso y preocupado al ver el carro que estaba cargado de viandas y aceite hasta los topes, pensó que algo le daría el joven, para su propia casa.